

Todo para contaros que ya hemos llegado. Nuestra travesía ha empezado con muy buen pie, hemos navegado rápido y sin tener ninguna rotura relevante a bordo. Los chicos me tratan estupendamente y lo noto. A pesar de estar extremadamente cargado, navegamos ágiles y sin complejos entre una flota de barcos de lo más variopinta. Desde modernos diseños con tripulaciones completas, hasta pequeños barcos antiguos comandados por parejas de ancianos o familias completas navegando en sus catamaranes, todos cabemos en esta travesía transoceánica.

A bordo el ambiente ha sido bueno, con un cierto nivel de competitividad que ha hecho que hayamos finalizado terceros en nuestra categoría, y yo, un viejo diseño de 1990 me siento pletórico, respetado e incluso admirado por mis vecinos de pantalán. En definitiva, no podría haber encontrado un equipo mejor. Los chicos están estupendamente bien, paseando por la isla, degustando platos típicos y haciendo compañeros de travesía.

PD: No podía despedirme sin acordarme de los compañeros que no han podido llegar. Chicos esperamos que encontréis el ánimo para vernos al otro lado del charco.