Durante la noche previa a nuestra marcha a Guadeloupe decidimos ir a cenar al Purple Turtle, reputado restaurante de la bahía de Portsmouth, ya notamos que en el ambiente se respira la fiesta ya que la música retumba en todo el fondeadero. La sorpresa es que a las 4 de la madrugada sigue la "marcha Dominica" a todo tren. Y eso que esta gente cena a las 7 de la tarde. Por suerte los planes de travesía hasta Guadeloupe se han visto ligeramente modificados para hacer una parada intermedia en el archipiélago de Les Saintes. Así que cómoda y placentera navegación de 3 horitas... que súbitamente se convierte en una ducha constante y rachas de 39 nudos (eso es bastante). Joan se entretiene agarrando mi toldo para que no salga volando y Mila se ocupa del timón. Cheto y Jose no saben si sacar el champú. Pero todo vale la pena al final, a nuestra llegada a Les Saintes brilla el sol y descubrimos un precioso archipiélago. Así que viaje a tierra para saborear Rum Punch, paseos por la playa y visita al museo de historia marítima. Genial!!!
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